CAPILLA DE SANTA LUCIA

 

Se caracteriza por un altar de mampostería enriquecido por dos jarrones de terracota de fabricación sureña del siglo XIX y por un frontón arquitectónico de fina mano de obra barroca.

En el centro está la estatua de Santa Lucía , la joven mártir de Siracusa. Dio su vida bajo la persecución de Diocleciano en 304 d.C., y su culto se extendió por todas partes ya en el siglo IV. Es particularmente conocida como testigo de la luz de Cristo y protectora de los ojos y la vista.

La capilla estuvo custodiada una vez por la antigua familia Catanzaro De Paula, a quien se refiere la fecha de 1758 y el nombre de Paula esculpido en la Piedra Sagrada del altar. Conserva vestigios del antiguo entierro en barrica, visible bajo la placa de vidrio colocada en el suelo.

En la bóveda, decorada con trampantojo, hay pasajes del responsorio de San Antonio, al que evidentemente se dedicó anteriormente el altar.

En la pared derecha, un pequeño cuadro que representa a la Madonna delle Grazie.

Sobre una base de madera, se exhibe la estatua de Santa Teresa del Niño Jesús. Monja del Convento Carmelita de Lisieux (Francia), Santa Teresa vivió su intenso amor por Cristo en el "pequeño camino" de la sencillez y el abandono a la voluntad. de Dios Murió en 1897, a la edad de 24 años.

En la pared izquierda un grabado que representa a la Virgen María. También a la izquierda, una pequeña hornacina sostiene una copia de la estatua de Nuestra Señora de Montserrat, Patrona de Cataluña, llamada “la Monereta ” por su tez morena, obsequio de la Agregación Española de la Archicofradía que tiene su sede Iglesia.